Lunes 16 Parte I

Lunes 16 de Agosto de 2010

Mi despertador sonó a las 3.30 para poder levantarme a las 4 (si, paso media hora apagando la alarma) pero resulta que cuando sentí, fue mi tio el que llegó a tocarme la puerta y despertarme. Mar y yo estábamos durmiendo juntas, por lo que me tocó despertarla a ella y dejamos a Sofii dormir un ratito más. Me arreglé y estuvimos al fin listas como a las 5.10 –vease que nos levantamos como a las 4.45- y como la noche anterior mi tia y mi tio se habían súper desvelado atendiendo a Michelle y a Melvin, mi tío me dijo que fuera a despedirme de Waleska a su cama porque ella estaba muy cansada para ir a dejarme como habíamos planeado. Lo cual hice. Fue duro, pero casi no vi su cara, por eso no lloré. Luego fue el turno de la abuela, pero estaba dormida, así que no muy la quise despertar. Después fue Vane y Chris. Ohh Dios! Eran los últimos… era mi Vane! Ohhh Dios! Ahí sí se me salió la lágrima!  Bajé corriendo a meterme al carro. Mama y Hendrick ya estaban adentro. Mar y Sofii se fueron juntas. Se fueron adelante por un rato y luego ellas nos siguieron. Pero mi tío maneja muy rápido y al llegar al aeropuerto ellas se perdieron. En lo que llegaban (como uno no puede quedarse ahí estacionado, sólo es de ir a dejar a la gente e irse) Hendrick bajó las maletas, me las arregló para que pudiera llevármelas todas (eran 3) y se despidió. Fue rápido y sin dolor. Pero ps, eso no es cierto, xq si dolió. Mi madre fue un poco más paciente y me abrazó mucho. Me besó y se metió al carro. Se fueron. A los segundo llegaron aquellas, se estacionaron así vilmente del otro lado de la calle ¡enfrente del policía! Y se bajaron así como que nada, ¡les peló! Mujeres: ¡las amo, son lo máximo! 

Se bajaron a encontrarme enfrente de la puerta y ahí nomás estaba Marcel y Marlon con sus amigos. Yo no sabía qué hacer porque ya era tarde, pero tampoco quería irme sin una despedida apropiada. Entonces Sofii dijo que fuera a hacer check in y luego regresara sin maletas a despedirme. Así que entré y aunque ellas, como quien no quiere la cosa, se intentaron meter, no las dejaron. Llegué al counter y me dieron un papelito a llenar. ¡Estaba tan nerviosa! Y estresada. ¡Dios, de veras que no quería estar ahí en ese momento! ¡Llenar papeles importantes me estresa tanto! Lo llené y ¡en el apuro me confundo con mi sexo! Por el “M” de mujer, puse M de masculino. Lo taché y circulé más fuerte la F. jajaja. Ni modo. Seguí llenando y no sé cuántas veces, pero estoy segura que las metí un par.

Regresé donde estaban las chicas y me despedí de verdad. no recordemos eso… ¿si?

Entré a la puerta de vuelos internacionales y Marlos y Marcel, los chapines que iban  conmigo ya estaban haciendo cola para entrar a que lo registraran, pero antes de hacer la cola tenía que ir a pagar a Banrural. Un montón de vueltas… al fin pasamos, nos quitamos los zapatos, pasó mi compu, todo lo hice rápido gracias a las instrucciones de mi tío. (Gracias Tío, sos lo máximo) y pasamos y yo tenía hambre, pero ya era tarde y no quisieron acompañarme a comer. Fuimos a buscar la gate 10, pasamos un montón de comercios y restaurantes y mi barriga, rugiendo enojada, ofendida… cuando al fin llegamos, yo pedí que me cuidaran mis cosas en lo que yo iba por un café –aunque sea-. Fui a barista y compre un te chai y un pastelito de fresa. D E L I C I O S O. Nunca había probado un pastelito de fresa tan rico. Llegué corriendo y ellos ya debían haber entrado pero el divino de Marcel se quedó afuera esperando con mis cosas. Con él estaba Samuel, también de Guate. Senior. Entramos juntos pero en el registro antes de entrar al avión, me dijeron que tenía que acabarme el café y el pastel. Me lo atraganté como pude y pasé. Me tocó un lugar de ventanilla. Los sillones tenían teles de Direct TV pero era pagado. Te daban un preview de cómo una hora y el resto lo tenías que pagar. Tenía el lugar para pasar la tarjeta y todo. Empezó el vuelo y yo saqué mi compu para ver The Yellow Handkerchief, pero como no tiene subtítulos y había mucho ruido por el motor y el bendito actor habla re raro, no le entendía nada, así que me di por vencida de ver algo xq no iba a entender con ese ruido. Opté por escuchar música nomás y comer xq nos pasaron el desayuno. Ya lo había recibido entonces me lo tenía que comer. Era burrito con jamón y queso, huevo y frijol. Delicioso pero enorme, ya no me cabía.

¡Guate se miraba tan linda! Ohh, cómo amo mi país… busqué ver el teatro pero no pude, estaba del otro lado del avión, o tal vez abajo, solo pude ver la torre de tribunales. Luego de un rato no vi nada más que nubes, así que intenté dormir x el poco sueño que había tenido ese día –mis horas mínimas de sueño para que yo esté bien son 10- y justo cuando me estaba durmiendo, ¡aterrizamos! Bueee, ni modo. Houston es plano, plano, plano como una tabla. Parece una maqueta. Todas las casitas y negocios parecen una maqueta. Con grandes espacios entre cada uno, un montón de laguitos por todos lados… y autopistas largas, largas, largas. (ya parezco Miguel Angel Asturias repitiéndolo todo).

Aterrizamos y bajamos del avión; yo Sali antes xq estaba más cerca de la puerta y empecé a seguir a la gente. Yo iba muy confiada, como si el aeropuerto fuera mi casa… jajaja hasta que llegué a migración. Ahí ya sí se me arraló un poquito. Entonces esperé a los demás para no pasar sola. Ahora había una chica nueva con ellos, Andrea, de Tecpán. Hicimos la cola juntos y una mexicana estaba en el final viendo que tivieramos todo listo. Hice mi colita y cuando me atiende el señor, le miro los brazos y digo “este es latino” y dicho y hecho, miro la placa y dice “Jimenez”. Al principio fue un poco pesadito, pero con mis encantos lo suavicé un poquito y luego ya hasta medio me sonrió. Me ¿? Si era estudiante, qué iba a estudiar, y de qué iba a trabajar con esa carrera. Me tomó una foto y me dejó pasar.  Andrea ya había pasado entonces la seguí y fuimos juntas a traer las maletas.

Aquí se recogen las maletas. Son como seis de estas vainas!

 Las encontramos y esperamos a los varones. Pasamos otro counter y nos preguntaron si llevábamos comida en las carry-ons y como dijimos que no, nos dejaron pasar fácil. Luego entramos a otra sala donde pasaron las maletas por X Ray y a nosotros por el detector de metales. Pero antes de pasar, el gringo me ¿? Si llevaba líquidos o medicinas, y yo me quedé pensando bien, a ver si de verdad no llevaba y le dije que no. Cuando terminé de pasar el detector, la gringa que estaba enfrente me dijo “espérese aquí” y me limpio las manos con algo húmedo y chiquito. Luego lo puso en una maquina y al ver lo que salió, me dejó pasar. Raro. Estaba algo molesta x eso, xq no me habían puesto peros en ningún lado y ¡me lo ponían aquí! ¡Estaba indignada! Pero bue… moving on…

Estábamos en la Terminal E  y teníamos que ir a la B. 

Tomamos el trencito a la terminal B y fue re virgo. Parecía un busito de transporte público por dentro, pero un tren así de esos súper rápidos por fuera, pero no era tan rápido. Teníamos como tres horas (llegamos a las 11, nos íbamos a las 2.30), bueno, dos y media y aquellos querían comer. Yo quería conocer. Yo quería saber si había libros. Así que fuimos a ver qué comían. ­se decidieron por Mc xq era lo más barato. Pero para esto, ya habíamos ido a la sala de espera y nos habíamos encontrado con los salvadoreños, entonces ellos iban con nosotros también. Comieron y regresamos a la sala. Ya estaban ahí los Nicas y los Ticos. Freshmen y más viejos. Estuvimos platicando y luego Andrea de Guate y yo fuimos a ver libros. Quería ver si tenían algo bueno, pero pasamos ahí un gran rato y nada, así nada, me llamó la atención. Salimos y ya tenía hambrita, aparte de que acaban de avisar de que el vuelo se atrasaba a las 3. Entonces (como yo no soy nada indecisa) empecé a buscar qué comer y al fin me decidí por un helado de brownie. Delicioso. Carísimo también. Pero ps… estaba rico y grandísimo. Ya a la mitad, no antes de la mitad ¡ya no me lo quería comer! Regresamos a la sala y estuvimos platicando de todo un poco. Más que todo de los acentos. ¡Había tantos acentos que yo no conocía! El vuelo se retraso a las 4. 4.30. 5. 5.20 ¡al fin nos dejaron abordar! Xq había otro vuelo que ya habían abordado pero los sacaron y los mandaron de vuelta a la sala. Jajaja. Es que estaba lloviendo mucho y no podía salir así. Pero véase que empezó a llover así como a las 4, el resto del tiempo estuvo en reparación el avión. Y cuando nos subimos, a todos se nos hacía ashí ve: …. ¡Ja! Pero bue, ni modo, subimos al avión más pequeño que he visto en mi vida. ¡Incluso en películas! ¡Diminuto! Una fila de dos asientos y otra de uno. No nos dejaron llevar nuestro carry-on xq no cabía en los gabinetes aéreos. Así de chiquito.

 Continuará...

PS: lo posteo hoy pero ya lo tenia escrito dsd hace rato pero x problemas d tiempo no habia podido hacerlo antes y no he podido terminarlo tampoco. Lo siento, seguire intentando hacerlo mas seguido.